NOSTALGIA, AÑORANZA Y FE.
(Escrito de Elena Núñez)
Triste y doloroso es decir Adiós a la tierra que nos vio nacer. Siempre y de cualquier manera y perdurará este dolor, como esas heridas que nunca sanan aunque en apariencia se vean cerradas, resultando aún peor cuando los que dejamos atrás se quedan en deplorable situación.
Con ese triste Adiós nuestra vida comienza de Cero, con toda la incertidumbre de lo desconocido, enfrentándonos a una incansable lucha, con más o menos suerte según cada caso, renunciando a nuestras costumbres y maneras, hasta al idioma, y en ocasiones sin auxilio ni amable acogida.
De todo esto sabemos un rato largo los Cubanos, cada uno de nosotros con su propia historia como para escribir un libro. Pero el tiempo pasa y no queda mas remedio que mirar hacia adelante y continuar por uno mismo y por los que arrastramos con nosotros a esta aventura. Y a pesar de todo llega el día que, mirando hacia atrás, logras reírte de muchas cosas que en su día te parecieron tragedias, y hasta enorgullecerte, porque a pesar de la mil dificultades has logrado salir adelante en la Tierra de las Oportunidades que un día te abrió sus puertas, y todo gracias a tu esfuerzo y tesón.
Que no se han cumplido todas tus expectativas? Eso es lo más frecuente en esta vida. Hasta cuando vas de turista raramente las cosas resultan según lo planeado, pero como dicen, sino se han cumplido todos tus sueños, tampoco todas tus pesadillas.
La añoranza perpetua y la nostalgia incontrolada pueden hacernos muchísimo daño, hasta que lleguemos a dudar si el paso dado fue el equivocado o el correcto.
Bueno, esto también esta en dependencia de nuestra particular realidad, pues no es lo mismo ser un Emigrante por razones económicas más o menos graves, que un Exiliado que ha tenido que huir en busca de libertad y seguridad.
En dependencia de una situación u otra se puede regresar vacacionando alegremente o se puede vivir con el Dolor Eterno (Sin patria pero sin amo ), y la inquebrantable esperanza de ver un día una Cuba Libre.
