Insulza, la OEA, y el Paraguay

El Secretario General de la OEA, el inefable José M. Insulza, sabe perfectamente que en Paraguay se produjo un proceso institucional que trajo como colofón la destitución de Lugo, pero ante la presión de Chávez y de los paises subordinados a su política, busca subterfugios y rejuegos de palabras para tratar de crear una tensión inexistente, y que sólo sirve para tratar de descarrilar el proceso democrático en ese pais suramericano. La injerencia dentro de los problemas internos de Paraguay es lo que Insulza debía catalogar como "delicada".El pueblo paraguayo está tranquilo con la decisión tomada por los organismos competentes sobre la base de su constitución, y nada autoriza a Chávez y a los suyos a inmiscuirse en ese proceso, como no sean los  propósitos expansionistas del supuesto "socialismo del siglo xxi". Las "molestias" que deben ser investigadas son las que generó la inadmisible actitud del canciller venezolano, Maduro, que trató de presionar a jefes militares paraguayos para que subvirtieran el orden constitucional del Paraguay, provocando una situación que sólo hubiera beneficiado los intereses chavistas. Claro, Insulza tiene su agenda personal, y por ella se guía..