Decía el refrán popular que "Cualquier tiempo pasado fue mejor "..y pensando un poco en ello, me invade esa incurable nostalgia que los años nos van dejando en su decursar, echando de menos tantas cosas buenas que no han cambiado para mejorar sino todo lo contrario. (Una de las peores ha sido esto de tener que educar a los niños inculcándoles la desconfianza y el recelo en aras de su seguridad.)
Yo que me crie en un pueblo, Manatí, en Cuba, donde la infancia solía ser valorada y respetada, y guardo buenísimos y agradables recuerdos de aquella época, muchos de ellos gracias a los padres de mis amigas y los amigos de mis padres , a tanta nobles personas a los cuales la infancia y la juventud les inspiraba simpatía y afectos. Jose Manuel Martinez el padre de mi amiga Carolina. Solía pasearnos a las dos, en una moto que tenía, durante la tranquilas tardes del Batey, o Milan, el jefe del Correo, al cual solíamos comprometer en excursiones de bicicletas hasta la Playa de Sabana La Mar..Canabal, al que frecuentemente obligábamos su hija Luisita y yo a que diera un par de vueltas con nosotras por el parque cuando y a se había hecho un poco tarde y no nos dejaban salir solas, y al cual le gustaba comentar con nosotras sobre lecturas que solíamos compartir.. Juan Alberto Giraldo, que se prestaba gustoso al bailoteo con toda la muchachada durante la preparación de los 15 de sus hijas, las Mellizas, pretexto que nos sirvió para pasárnoslo de maravilla durante muchos días previos a la fiesta..Joseito Esterling y José Antonio Betancourt, que nos ayudaban a organizar aquellos divertidísimos viajes a la Boca y a Chapaleta , cuidándonos y protegiéndonos como a sus propias hijas.
En mi más tierna edad me gustaba más ir a la Estación del Ferrocarril que al Parque. Allí estaba Varela, despachador del Trafico, que jugaba conmigo como si fuese un niño. Y no puedo olvidar a Nordet, el Conductor, con sus bolsillos siempre llenos de caramelos de Café con Leche para repartir entre los niños..Y así tantos compañeros de trabajo de mis tíos y de mis padres.
A veces acompañaba a mi papa al Garaje de la Administración donde él trabajaba. También allí encontraba gente buena y cariñosa con alguna broma o palabra amable, y recuerdo especialmente a Raúl Infante, que solía jugar conmigo impulsando la plataforma giratoria que se usaba para acomodar los Budas en el Garaje.
Nadie es capaz de imaginar cuánto pueden permanecer en la memoria de un niño los malos gestos o buenos que le hallan amargado o endulzado su vida durante su infancia . Estos marcaran para siempre su vida.
Yo agradezco a Dios infinitamente porque mi infancia transcurrió en mi pueblo en una época de tanta gente buena.
Ya no están hoy entre nosotros pero fue una suerte haber compartido aquella época con ellos. Hombres buenos y Padres ejemplares. Gente de nobles y altos conceptos. Cuantos buenos recuerdos de una infancia feliz, de una juventud dichosa.
Gracias Dios mío. Feliz Día de los Padre a todos los que hallan sabido recoger su ejemplo.
!! Que Dios bendiga a todos los Padres Buenos !!
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