Airadas voces de Ultratumba se oyen en el Cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, desde hace tres noches.
Son las voces de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, dos venerables patriotas cubanos sometidos al ultraje de ver sus sagrados restos colocados junto a los del cobarde asesino Fidel Castro, que con su traición echó por tierra la obra redentora que, al precio de su sacrificio y de sus vidas, habían ellos, junto a miles de otros verdaderos mártires y patriotas cubanos, llevado a cabo.
No pueden las almas de los héroes ultrajados descansar tranquilas. Su dignidad, su valentía, su entrega total a la libertad de su patria no merecen semejante humillación
No puede el Honor permanecer tranquilo junto a la infamia.
No puede el Decoro permanecer tranquilo junto a la Ignominia.
No puede el Patriotismo permanecer tranquilo junto a la Traición.
Los "vivos" que cometieron esta canallada tendrán que rendir cuentas: Ante la Historia y ante los Cubanos amantes de la libertad de su patria..
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