( Elena Núñez..)
Con
frecuencia llegan a mis manos algún que otro libelo de distorsionadas historias sobre mi querido pueblo, Manatí,
escritos casi siempre por autores foráneos, pues casi nunca
puedo reconocer sus nombres, y mira que yo
tengo buena memoria y no me olvido de la
gente de mi terruño, que no era tan grande y en el que, como decía
Barbarito, todos éramos como
una gran familia.
Ya se que
actualmente ha incrementado la población mucha gente llegada de otros lugares.
Ésto siempre ocurrió aunque por
causas bien diferentes pues, siendo un pueblo tan pequeño, éramos bastante
cosmopolitas dado la gran fuente de
trabajo y riqueza que proporcionaba la floreciente industria azucarera. Se establecieron en mi pueblo gente de casi toda la república, españoles de distintas regiones de la península y de las Islas Canarias, emigrantes de casi todas la
islas
del Caribe, chinos, lituanos, italianos colombianos, etc.. Y todos convivíamos allí
con nuestras necesidades básicas resueltas y con más o menos prosperidad, según la
habilidad , laboriosidad y suerte de
cada quien.. Pero volviendo al tema, también veo en algunas páginas
de la internet algunos escritos
pretendiendo recuentos históricos en los cuales se tergiversan
informaciones o se omiten datos, nombres, o importantes acontecimientos,
una veces
por desconocimiento y otras por deliberada intención de falsear la información, como uno que leí hace muy
poco sobre el desarrollo
de el ferrocarril en mi pueblo donde por
solo citar alguna de sus muchas omisiones no se dice, por ejemplo que gran
parte
de la franja de la del ferrocarril fue donada por el sr. Don Eladio Agüero Vidal a la Manatí Sugar Co.,
por lo cual sus descendientes tenían pase gratuito permanentemente en los trenes y carros que prestaban servicio entre El Puerto Manatí y Las Tunas. Ésto sólo por mencionar
un sólo caso entre tantas otras
omisiones y distorsiones. Ni que decir
de una revistica que narra acontecimientos de los combates y estadía de
los rebeldes en Manatí, donde las
omisiones de nombres de verdaderos combatientes están y a la orden del dia
y de
las suplantaciones y falsas atribuciones, mejor ni hablar. Da pena. Comentado días atrás con una joven amiga,
me decía ella, a modo resaltar un supuesto "logro", que ahora en Manatí hay hasta museo. Seria
muy largo contarle a esta niña todo lo que teníamos antes.Aunque no tuviésemos museo, acaso porque nuestra historia era muy reciente para
enmarcarla en un museo, o quizás vivíamos con los ojos puestos en
un futuro promisorio más que en el histórico
pasado. Que no digo yo que no sea bueno recordar, que es como volver a
vivir..
sobre todo en este caso ya que el presente es como para un "museo" donde lo mejor que mejor podría exhibirse son las ruinas, de valor "histórico", creadas por la revolución. No me queda más que recordar al apóstol y
la importancia de la verdad de aquel
pensamiento escrito en el monumento a Martí,
que tantas veces desde niña leí en nuestro parque: " Los hombres van en dos bandos, los que
aman y fundan . Los que odian y deshacen " . De estos últimos, de los que odian y deshacen, parece que, por
desgracia, nos tocaron todos.
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