Se impone, en mi humilde, opinión un ejercicio de reflexión e identificación más riguroso y exacto por parte de este Exilio. sobre todo para no continuar viviendo de decepción en decepción y creándonos falsas expectativas.
Por ejemplo: Que alguien se suba a una balsa y atraviese el peligrosísimo Estrecho en busca de una mejor vida no lo convierte en héroe de la patria, sobre todo cuando al año siguiente está de regreso en Cuba, sin haber tenido nunca la menor disposición de hacer nada en contra del sistema que lo hizo huir de allí.
Que alguien se encadene en una ciudad Europea pidiendo la reunificación con su familia, legítimo derecho le asiste. Que mas tarde tenga valor y recursos par aterrizar con un avión en una carretera de Varadero y rescatarlos, hace de esta persona un buen marido y excelente padre dispuesto arrriesgarse
por los suyos, pero no un héroe nacional.
Que se este dispuesto a inmolarse haciendo una huelga de hambre a favor de sus amigos encarcelados es conmovedor y muy loable tan alto sentido de la amistad y la solidaridad. Pero si ésto no incluye hablar alto y claro a favor de todos los demás compatriotas que tambien cumplen prision por su oposición al régimen, si no se es capaz de señalar y luchar en contra de los crimenes y el totalitarismo con los que se compartio en su dia con ese régimen oprobioso, perdón, yo no veo por parte alguna el patriotismo.
Siento que, teniendo como tenemos en nuestra larga y dolorosa historia, fidedignos héroes y gloriosos abanderados en la lucha por una patria digna, con todos y para el bien de todos, no necesitamos crearnos héroes ni banderitas, y mucho menos deberíamos depositar esperanzas en gentes que, sin querer restarles valor ni mérito a sus procederes, dado que son particularisimas sus batallas, y muy propios sus intereses, y a que nunca estan dispuestos a ir mas allá ni a pronunciarse ni a comprometerse mas que con sus pequeños objetivos, deberiamos valorarlos en su justa medida y ser más cautos antes de otorgar patrióticos méritos y confianza ciega, más que nada porque ya hemos sufrido demasiado y porque la Patria merece más respeto.
Que alguien se encadene en una ciudad Europea pidiendo la reunificación con su familia, legítimo derecho le asiste. Que mas tarde tenga valor y recursos par aterrizar con un avión en una carretera de Varadero y rescatarlos, hace de esta persona un buen marido y excelente padre dispuesto arrriesgarse
por los suyos, pero no un héroe nacional.
Que se este dispuesto a inmolarse haciendo una huelga de hambre a favor de sus amigos encarcelados es conmovedor y muy loable tan alto sentido de la amistad y la solidaridad. Pero si ésto no incluye hablar alto y claro a favor de todos los demás compatriotas que tambien cumplen prision por su oposición al régimen, si no se es capaz de señalar y luchar en contra de los crimenes y el totalitarismo con los que se compartio en su dia con ese régimen oprobioso, perdón, yo no veo por parte alguna el patriotismo.
Siento que, teniendo como tenemos en nuestra larga y dolorosa historia, fidedignos héroes y gloriosos abanderados en la lucha por una patria digna, con todos y para el bien de todos, no necesitamos crearnos héroes ni banderitas, y mucho menos deberíamos depositar esperanzas en gentes que, sin querer restarles valor ni mérito a sus procederes, dado que son particularisimas sus batallas, y muy propios sus intereses, y a que nunca estan dispuestos a ir mas allá ni a pronunciarse ni a comprometerse mas que con sus pequeños objetivos, deberiamos valorarlos en su justa medida y ser más cautos antes de otorgar patrióticos méritos y confianza ciega, más que nada porque ya hemos sufrido demasiado y porque la Patria merece más respeto.
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